
Cada noche antes de acostarme entre una cosa y otra practico el agradecimiento, voy haciendo un recorrido por mi día y me doy cuenta de cuanto tengo que agradecer, desde la oportunidad que me dio de despertar, las actividades que logre completar de mi lista y también agradezco por aquellas que no pude completar y que quedan pendientes para ese nuevo amanecer, nunca podemos permitirnos pensar que las cosas que nos suceden tenían que suceder porque si, nuestras acciones, eso que nos paso durante el día, ese logro, esa alegría o esa tristeza, ese momento mágico con el que nos topamos, quizás ese momento incomodo que nos llevó a cambiar algún aspecto de nuestras vidas, todo absolutamente todo lo agradezco, dejar por sentado algo solo lograra que se nos escape de las manos, si sucedió de la forma que sea, productivo o no, suave y tranquilo o estresado e incómodo, agradezco al universo haberme permitido vivirlo.